Tonada
La tonada suele recibir otros nombres tales como acento, entonación, dejo, canto, cantito. En este proyecto, se utiliza “tonada” o “dejo” con el sentido de melodía particular de una región producida por variaciones en la entonación, en la duración o intensidad de algunos sonidos o sílabas. La tonada o dejo da identidad, idea de pertenencia a una región o a un grupo social. En la provincia de Córdoba, se perciben numerosas tonadas o dejos, marcadas por la influencia del asentamiento de distintos pueblos indígenas, por distintas corrientes inmigratorias o por la cercanía de sus hablantes, en zonas limítrofes provinciales, con población de otras regiones del país.
Escuchemos hablar a algunos tulumbanos
Esta tonada guarda similitud con la tonada de Cura Brochero con lo que podemos considerarla una más dentro del grupo de tonadas del esdrújulo. Esto puede deberse a la influencia de una lengua que fue bastante general en todo el noroeste del país: la lengua cacán o cacana. Sobre esa base, cuando llegaron los conquistadores por el norte de Córdoba, y empezaron a fundar ciudades hasta llegar a la capital, trajeron intérpretes que hablaban quichua. Una lengua dominante como el quichua se impuso e hizo desaparecer a la lengua cacán. Sin embargo, lo que hoy se denomina tonada del esdrújulo, la del noroeste de la provincia, tendría vieja influencia cacán.
Como las demás tonadas del esdrújulo, el habla de los tulumbanos se caracteriza por el destaque o el cantar más alto junto con un alargamiento de la sílaba colocada en situación antepenúltima respecto de la sílaba naturalmente acentuada en español. Cabe señalar que, en los hablantes entrevistados de esta zona, también se dejan escuchar dejos de la tonada capitalina, cuyo rasgo principal es el alargamiento de la sílaba pretónica.