Dichos y refranes de uso regional

En los cuestionarios y entrevistas, los informantes de Cura Brochero enumeraron espontáneamente dichos y refranes que se usan en la región. Entre ellos, hemos elegido algunos para mostrar de qué manera el entorno cultural influye en la forma de comunicar metafóricamente actitudes y costumbres de la vida cotidiana.

Tomar mate con cuero (informante CURA_H31_003)

Este dicho tiene un matiz humorístico en tanto hace referencia a la costumbre de encontrarse dos o más personas para tomar mate compartiendo una charla en la que se critica a otra persona. Vemos que este dicho es, a su vez, una reelaboración de otro dicho común y muy extendido también en Córdoba capital: “sacar el cuero” (hablar mal de una persona ausente).

Tener pasto para rumiar (informante CURA_M31_009)

Gracias a una informante -gran conocedora de la vida del Cura Brochero, actualmente a cargo de la casa donde él murió- sabemos que este dicho es atribuido al santo. Cuando el sacerdote celebraba misa, luego de que una hermana leyera el evangelio, él le decía: “ya está bien, muchas gracias, ya tengo pasto para rumiar todo el día”.  En otras palabras, implicaba que la riqueza condensada en el texto leído le proporcionaba material suficiente para una larga reflexión.

Cada chancho a su estaca (informante CURA_H11_ 007)

Este dicho significa que cada cosa debe estar en su lugar y  que cada quien debe dedicarse a lo suyo. Se usa en otras partes de América Latina, como Chile y México. En este último se dice “cada chango a su mecate” (mecate es cuerda o cordel). En la Argentina se registran otras variantes como: “Cada chancho a su chiquero” y “Cada perico a su estaca”.

No se cargue de achuras sin tener la red segura (informante CURA_H33_006)

Este refrán aconseja ser precavido.

No agarre muy ancha la melga (informante CURA_H33_006)

Este refrán parece ser variante del dicho “Se lleva melgas y surcos atravesados” que se refiere a aquellas personas sin límites ni respeto por nadie. También indica que se debe abrir paso ante alguien que lleva alguna carga o está en estado de ebriedad. En América Latina, las melgas (o amelgas) son parcelas de tierra preparadas y señaladas para la siembra.